Hoy comienzo la búsqueda consciente de la vacuidad, no diré mi búsqueda, ya que ese mí no deja de ser una ilusión, un concepto que abarca el ego, el cuerpo, las sensaciones, los pensamientos y los sentimientos que considero propios, pero seguramente, ese mi es el primer engaño de esta representación.
¿Es absurdo emprender una búsqueda cuyo resultado, quizás, sea la de la propia desaparición de uno mismo? El resultado final, si es que hay alguno, lo dirá.