Huérfanos de rostro por angosta calle arrastran sus huesos.
¡Exhaustas las hembras! ¡Agotados hombres!
Acarrean lágrimas de ajenas cadenas en ojos vacíos.
Esputan con rabia perfumadas élites en lujosos nichos en los que los siervos se clavan sus clavos.
¡Anhelan poderes de tiempos pasados! ¡Limpian los esclavos!